martes, 1 de mayo de 2007

LOS MÁRTIRES DE CHICAGO


El 1 de mayo del 1886, unos 200.000 trabajadores de EE. UU. fueron a huelga reclamando el cumplimiento de “La Ley Ingersoll”, que establecía una jornada legal de ocho horas. Esta legislación no había sido cumplida por las patronales hasta entonces.


En Chicago, las movilizaciones siguieron los días 2 y 3 de mayo. La única fábrica que mantenía su producción gracias a los “rompehuelgas” era la McCormik, en paro desde febrero, ya que los directivos querían construir una iglesia con un descuento salarial a sus obreros.


El día 2, la Policía disolvió violentamente una manifestación de más de 50.000 personas. El 3, mientras se celebraba una concentración en frente a las puertas de la McCormik, sonó la salida de turno de los “amarillos” (un sector de los trabajadores). Los manifestantes se lanzaron sobre ellos, iniciándose una batalla campal, cuando una compañía de policías, sin aviso alguno, disparó a quemarropa sobre todos, lo que produjo seis muertos y decenas de heridos.


El día 4, en reclamo a la masacre del día anterior, se concentraron en la plaza de Haymarket más de 20.000 personas que fueron reprimidas por 180 policías. Un artefacto explosivo estalló entre los oficiales, mató a uno y dejó varios heridos.


La Policía abrió fuego contra la multitud, lo que mató e hirió a un número desconocido de obreros. Se declararon el estado de sitio y el toque de queda. En medio del enfrentamiento murió un policia. Centenares de detenidos fueron golpeados y torturados, acusados del asesinato de este último.


Seis dirigentes obrero-socialistas fueron llevados a la horca y tres, condenados a prisión. A consecuencia de estos acontecimientos, a finales de mayo de 1886, varios sectores patronales accedieron a otorgar la jornada de 8 horas a centenares de miles de obreros.


En la imágen, un dibujo que representa los hechos narrados más arriba.

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